27.6.13

ARTE E IDENTIDAD

por Mariano Akerman, investigador, arquitecto e historiador del arte

ARTE E IDENTIDAD
Conferencias, encuentros y concurso de crítica arquitectónica
por Mariano Akerman
Buenos Aires, Argentina, Septiembre-Octubre 2013




EL CASO HURVA
De piedras que reclamaban volver a ser templo


Preocupante era el que las piedras continuasen reclamando volver a ser templo. E inquietante era también no saber específicamente qué templo reclamaban ser. ¿Deseaban ser uno auténtico o una especie de imitación del original? Ante el Caso Hurva, quienquiera que intente responder a ese interrogante debería puntualizar qué entiende por "el original". Y, de ser llevada a cabo, tamaña empresa exigiría considerar cuidadosamente una acaso insólita idea de Louis I. Kahn: "un caballo pintado a rayas no es una cebra".
Pensamientos de Mariano Akerman en Río de Janeiro: más allá del carnaval, 2013



Cuando las piedras reclamaron volver a ser templo

Hurva significa en hebreo "ruina" y hace además referencia a una antigua sinagoga de Tierra Santa que a través de los siglos fue construida y a su vez destruida en varias oportunidades.
La fecha inicial de su construcción es incierta. Una teoría sostiene que sus orígenes se remontan al siglo XIII, otra afirma que se trata de un edificio dieciochesco. Y, curiosamente, ambas no serían excluyentes sino complementarias, en tanto que el último templo habría sido edificado sobre las ruinas de otros tantos que lo precedieron.
Concebida en estilo neo-bizantino y edificada por el arquitecto Assad Efendi en tiempos del Imperio Otomano, la Sinagoga Hurva funcionó como casa de oración durante 150 años y fue en ese entonces conocida como la Sinagoga Mayor de Jerusalén.
Luego de la Primera Guerra Mundial (1914-18) se produjo la disgregación del Imperio Otomano y, entendida como "Mandato de Palestina", la Tierra Santa fue confiada como protectorado a los británicos en 1920, quienes se retiraron de ella en 1948.
Como consecuencia de la guerra de 1948, la amurallada Ciudad de Jerusalén fue capturada por tropas jordanas y ellas dinamitaron la sinagoga. Cuando, después de 19 años, las tropas hebreas reconquistaron la Santa Ciudad como resultado de la guerra de 1967, de la sinagoga en cuestión solo hallaron escombros.
Entre 1967 y 1974 el arquitecto estadounidense Louis I. Kahn desarrolló una singular propuesta para la Sinagoga Hurva. Se trataba de un proyecto que involucraba la erección de una nueva sinagoga y a su vez preservaba las ruinas del antiguo templo.
Por una serie motivos bastante turbios, la propuesta de Kahn no fue materializada. En 1977, un arco del antiguo edificio dieciochesco fue reconstruido a fin de prevenir una posible amnesia colectiva en relación a la identidad e historia de lo que para ese entonces era referido como "Ha-Hurva" (La Ruina). La presencia del arco reconstruido sobre los vestigios de la antigua Sinagoga Hurva debía ser solo transitoria, no obstante dicha conjunción gradualmente tendía a convertirse en un monumento elegíaco con apiraciones a la perpetuidad.
Para 1996, tamaña conjunción cumplía los 19 años y fue entonces cuestionada en el Congreso "Jerusalén 3000" como "ruina construida" y expresión palpable de una "sinagoga arruinada". Esto último fue además asociado con la imagen de Synagoga, alegoría teológica medieval que proclama un judaismo fosilizado y en ruinas: Israel vencida, vetusta y obsoleta.
La audiencia entonces presente en el Auditorio Van Leer de la tres veces milenaria ciudad captó rápidamente el mensaje. El caso Hurva fue reabierto. Poco después una avalancha de propuestas invadió la hasta entonces poco cooperativa Municipalidad jerosolimitana. Sólo en el siglo XXI el arco conmemorativo fue removido definitivamente y fue también aceptada la propuesta del arquitecto israelí Nahum Meltzer. La Sinagoga Hurva fue reconstruida y finalmente inaugurada en 2010. Hoy funciona como uno de los memorables hitos de la Santa Ciudad y es también "Casa de oración para todos los pueblos" (Isaías 56:7).

A partir del encuentro en la Universidad de Belgrano, los estudiantes de de Facultad de Arquitectura son convocados a desarrollar una apreciación crítica de las propuestas de Kahn y de Meltzer considerando los factores naturaleza arquitectónica, contexto histórico, memoria y alcance significativo. El "Premio Impronta" será otorgado al autor del mejor trabajo. DETALLES




SER Y NO SER
Identidad en el arte de Francis Bacon


La imaginería del pintor británico Francis Bacon es un fenómeno singular. Cada una de sus pinturas es vendida a precios siderales y fácilmente alcanza varios millones de libras esterlinas. Aún hoy Bacon lidera el mercado del arte y además es el pintor más caro de Gran Bretaña. Su pintura es original y provocativa. Si bien admirable por diferentes razones, deja también perplejos a no pocos.

Mariano Akerman investiga la imaginería de este misterioso artista en Inglaterra y Europa. Detecta en ella un fenómeno tan inusual como ambiguo y se empeña en establecer con la mayor precisión posible la naturaleza y el fundamento de tal fenómeno en el arte del aclamado autodidacta londinense.

El arte de Bacon es extraordinario tanto por sus formas como por su contenido. Complejo y contradictorio, al igual que el artista que lo ejecutó, es misterioso, intenso y problemático. Admirable y simultáneamente preocupante, ataca por sorpresa. Trabaja directamente sobre el sistema nervioso y abre las válvulas del sentir. Resulta tan magnético como repulsivo. Es auténtico pero también inquietante. Se muestra profundo y frívolo a la vez. Atípico, quimérico, polivalente. Extremadamente sugestivo. Salvajemente humano.

Tensión, la unión de elementos incompatibles y numerosas alusiones a lo monstruoso son propias de la imaginería de Bacon. Se trata de un arte que involucra al ser humano, dejando siempre entrever algo más. Un arte que comunica fascinación con el riesgo y las situaciones extremas. Un arte que expresa el sentido trágico de la vida (la vacuidad de la existencia, su transitoriedad, su irreversible deterioro), aunque de un modo ambiguo.

Poderoso y perturbador, el arte de Bacon involucra las características propias del género grotesco. Así, la mezcla confusa, la armonía discordante y la intencionalidad incierta no le resultan ajenas. Es el de Bacon un arte de doble filo. Un estudiado trabajo que comunica las vivencias de un hombre de posguerra determinado a pintar su paradójica "desesperación entusiasta." En efecto, las declaraciones mismas de Bacon suelen involucrar a lo Grotesco: "La carne es vida. Si pinto la carne roja, así, como pinto los cuerpos, es porque lo encuentro muy hermoso. […] Mi pintura es una representación de la vida, de mi propia vida, que ha sido sumamente difícil. Por eso, acaso mi pintura sea muy violenta; con todo, esto es natural para mí".

Becado por el British Council en 1995, Mariano Akerman investiga la obra plástica de Bacon en Marlborough Fine Arts y la Tate Gallery de Londres. Es autor de Lo Grotesco en las pinturas de Francis Bacon, tesis, 1999. Akerman se interesa por la obra pictórica de Bacon desde principios de los años '80 y tal interés se extiende hasta el día de hoy.



A través de su disertación, Akerman analiza e interpreta las pinturas de Francis Bacon considerándolas en términos de forma y significado. Examina su naturaleza y la relación entre la vida y la obra del pintor. Presenta los motivos que prevalecen en su mundo pictórico y las fuentes de inspiración de su imaginería. Remite las pinturas a su contexto histórico. Explora la singular naturaleza y móviles del arte baconiano, para presentarlos a través de un prisma original y particularmente revelador para las audiencias de habla hispana.



"El hombre es el árbol del campo" (Natan Zach, Poema, 1999).

MARIANO AKERMAN
Nacido en Buenos Aires en 1963, Mariano Akerman es arquitecto e historiador del arte.
Investiga y pinta desde temprana edad. Cursa estudios de arquitectura en la Universidad de Belgrano, donde en 1987 se recibe con un trabajo premiado, La naturaleza del espacio y los límites de la arquitectura. Becado desde Argentina por el British Council, en 1999 escribe su tesis, The Grotesque in Francis Bacon’s Paintings, que es académicamente recibida en términos de summa cum laude.
A partir de 1981 Akerman da conferencias en instituciones tales como el Museo Nacional de Bellas Artes en Buenos Aires, el Museo Nacional de Las Filipinas en Manila, el Colegio Escandinavo Hooptes Stajärna en Taytay, la Academia Nacional de Artes en Lahore, y la Universidad Tecnológica COMSATS en Islamabad.
Especializado en comunicación visual, Mariano Akerman desarrolla series de conferencias educativas en varios países para las embajadas de Bélgica (The Belgian Contribution to the Visual Arts, 2005 y 2008-9), Suecia (In the Spirit of Linnaeus: The Tercentenary Lectures on Science and Art, 2007), Francia (Raisons d’Être: Art, Freedom and Modernity, 2010), Alemania y Suiza (The Gestalt Educational Program: Theory and Design in the Age of New Objectivity, 2011).
Emprendedor independiente multidisciplinario, Akerman ha sido distinguido con doce premios internacionales en materia de arte y educación. Durante seis lustros de actividad ininterrumpida en sesenta centros de cultura e instituciones educativas nacionales y del exterior, Mariano Akerman ha dado numerosas conferencias y disertaciones.

Curriculum vitae
Perfil en LinkedIn
Entrada en Wikipedia
Pasión por la esperanza a través de la imaginación
Puente entre culturas

Doble-figura publicada en¨ Fliegende Blätter, 1892

Recursos disponibles en Internet
A) SER Y NO SER
Identidad en el arte de Francis Bacon
B) EL CASO HURVA
De piedras que reclamaban volver a ser templo
Kahn con Meltzer
Premio Impronta en Crítica Arquitectónica
¿Reconstruyendo la Ruina?

Ref. Ciclo educativo "Arte e Identidad", Buenos Aires, Argentina, Septiembre-Octubre 2013, conferencias ad honorem, iniciativas y emprendimientos personales, interpretación, educación, recreación.

• Idea, investigación, compilación, edición y secuencia: Mariano Akerman © 2013 Todos los derechos reservados. Material presentado con propósitos exclusivamente educativos: pertenece ya sea al dominio común o bien es propiedad de sus respectivos dueños. Fuera del marco del Ciclo Arte e Identidad, queda prohibida la reproducción total o parcial del presente trabajo sin el previo consentimiento por escrito del autor, quien retiene los derechos que forman parte de su patrimonio intelectual.

_




ARTE HEBREO EN TIEMPOS MODERNOS

Si bien contiene la expresa prohibición de ejecutar imágenes para fines idólatras, la Biblia es también un documento que nos recuerda que el arte hebreo existió desde la Antigüedad y por expresa voluntad del Todopoderoso (Éxodo 37:7).

Con todo, el patrimonio artístico del pueblo hebreo comprende mucho más que estéticos utensilios funcionales y prácticos en materia ritual o de observancia religiosa (Judaica). Es significativo que, ya desde sus inicios, el arte hebreo presenta un distintivo valor simbólico, valor desarrollado desde la Antigüedad y hasta el día de hoy. El simbolismo es recurrente entre los artistas hebreos ya exista entre ellos o no apego hacia la religión. Y lo mismo vale para su participación o su no participación en lo que concierne al actual Estado Judío.

En materia artística, lejos de ser ningunos elegidos o contar con privilegios en nada, los creadores hebreos se las han arreglado siempre como mejor pudieron y, algunas veces, en muchos sentido produjeron—ellos mismos—milagros. Desde Betzalel hasta Marianos y Janina; de Iosef ha-Tsarfatí a Anton Raphael Mengs; de Moritz Daniel Oppenheim a Efraim Moses Lilien; desde Camille Pissarro hasta Lásló Moholy-Nagy; de Ana Ticho hasta Yaakov Agam; de Félix Nussbaum a Saul Bak; de Ben Shahn a Barbara Kruger. La nómina no es exhaustiva. Y a ella deben también agregársele Jozef Israëls, Maurycy Gottlieb, Max Liebermann, Amedeo Modigliani, El Lissitzy, Marc Chagall, Chaïm Soutine, Otto Freundlich, Man Ray, Meret Oppenheim, Mordecai Ardon, Louise Nevelson, Mark Rothko, R.B. Kitaj y Lucian Freud.

El arte hebreo de los tiempos modernos tiende a trascender la convencional iconografía judía y se caracteriza por una gran gama de posibilidades. Indaga pero sólo a veces encuentra respuestas para los interrogantes que propone.

Mariano Akerman explora este peculiar y hasta ahora poco estudiado rasgo del acervo plástico del pueblo hebreo en tiempos modernos. Sostiene que es a gracias a la evolución de las "especies" artísticas hebreas que, en el plano visual y a partir del siglo XIX, se cumple la profecía de Isaías: "Jacob echará raíces, Israel florecerá y brotará, y llenará el mundo entero de fruto" (Isaías 27:6). En efecto, el pueblo de Israel se expresa a través del arte hebreo, cuyo carácter refleja la chispa del pueblo mismo que lo produce y precisamente por eso es intenso, tenaz y educado, lúcido y perseguido, profundo y esperanzado, cuestionador y problemático. En dos palabras: siempre estimulante.

Podría decirse que el arte hebreo de los tiempos modernos es un olivo en flor. Francisco Luis Bernárdez podría afirmar en este caso que "lo que el árbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado" (+), y a ello, Antoine de Saint-Éxupery bien podría añadirle su: "sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible".